domingo, 7 de noviembre de 2010

Versión imprimible, Calmecac número 27, mes de Noviembre de 2010

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Instrucciones de Impresión y armado
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Revista imprimible Calmecac número 27, mes de Noviembre de 2010
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Contribuyentes editoriales: Alejandro García Miranda, Joel Eduardo Rico Vallejo

Diseño y Dirección: Joel Eduardo Rico Vallejo

Escritores: Michelle Carrillo, Ana Hernández García, Juan Gregorio Maldonado Ochoa (Salamanca, Gto.), Cecilia Castro Gutiérrez (D. F.), Luz González (Salamanca, Gto.), Juan Manuel Fernández García (Romita, Gto.), Carolina Torres García (Salamanca, Gto.).

Editorial

Sóplale más mi Kukulcán, al cabo como rocas en la tierra me voy a parar; nomas' no seas tan malo con los que de ningún lado se pueden agarrar. Este frío de noviembre se agradece siempre... siempre y cuando tengas una cobija a tu lado o ya aunque sea un poquito de champurrado.

Aunque el mes pasado lo prometí, ya mejor me arrepentí, y no es que no quiera hablar de revolución, sino que eso ya me causa aberración (¿o diría aburrición?).

Mejor disfrutemos del día muertos, del pan y muchos dulces; estas fechas son las mejores, y más por el color de sus flores; lástima que sólo dure dos noches, de aquí a fin de año sólo se escucharán mis reproches.

Esa mi parquita, no me quieras llevar por que no sé hacer calaveritas; pa’ que te la sepas ya me hicieron una aunque sea chiquita, así es que pon atención y espero te saque mínimo una sonrisita:

Estaba Joel "El ojón" que miraba y miraba encontrando el esplendor; en lo cotidiano y como comunicólogo su profesión, murió al no encontrar más inspiración; aunque de estilo versátil, no sólo en las letras, la música le daba más ocupación, ahora canta con lo muertos, para darle alegría al panteón.

Revolucionando huesos

Michelle Carrillo

Grita a lágrima viva,

siente e inúndate de las ideas,

pero sobre todo razona,

¿por qué celebrar algo que nunca se consumó?

Si el creer que por tocar campanas

y tronar cuetes en septiembre

te da derecho a hacerlo en noviembre,

Estas muy equivocado.

¡Vaya enfermedad!

A base de sangre y hierro vivimos,

la pólvora perfuma el aire,

¿nos convertimos en sicarios para acabar con el problema?,

yo creo que no, sí a la revolución,

pero no a base de mas armas,

no hinchando las hemorroides,

mientras se cree que alguien más lo hará.

Actuemos ante los conflictos,

exijamos mayor igualdad.

Sí es necesario marchar todo el día,

repartir propaganda por años,

escribir ensayos de por vida,

poner un granito en una revista.

¡Hacerlo!

¡Hay que hacerlo!

Empezar como plaga,

contagiar al mundo con los ideales de equidad y libertad,

vivir como un flashazo que deja huella.

Ya que seguir creyendo que toda la bazofia desaparecerá,

es andar viviendo en una utopía que terminara con un suicidio masivo.

Saludos a mis revolucionarios,

que yacen muchos metros,

bajo esta putrefacta tierra.

Ni modo

Joel Eduardo Rico Vallejo

Ni modo de buscarte, tengo miedo a no encontrarte;
Ni modo que me des una pista, susurra, yo tendré mi oreja lista;
Ni modo que también te asustes, lo más seguro es que te guste;
Ni modo que cuente hasta noventa, ya me habré dormido sin darme cuenta;
Ni modo que juguemos a los encantados, mejor nos quedamos acostados;
Ni modo que de limón sea tu helado, pídelo de fresa y quédate a mi lado;
Ni modo que me rechaces, si por pensar en mí ya no sabes ni lo que haces;
Ni modo que no me alcances, si yo en el camino me distraigo con las aves;
Ni modo que acá no haya plantas, si quieres, más lento y me voy a gatas;
Ni modo que me niegues al menos una sonrisa, ni que anduvieras muy aprisa;
Ni modo que no sepas reír, sólo tienes que acordarte de las veces que me has hecho sonreír;
Ni modo que con esos ojotes no me veas, nomas' te haces pero bien que volteas;
Ni modo que yo me niegue a verte, mejor, ahora sólo contaré hasta veinte.

Sin palabras

Ana Hernández García

El tiempo te va alejando de mí,

horas, días, meses, años juntos,

no es fácil aceptar que tal vez ya te perdí.

El destino se está encargando de darme grandes lecciones,

no creí que cada uno tomaría caminos tan diferentes;

fueron varios obstáculos que entre los dos,

siempre los superábamos juntos.

Tú me dabas esa seguridad,

que ahora es sólo una máscara más que uso;

y que aunque no estemos unidos ahora,

sé que te escondes tras esa farsa de plástico.

Quisiera poder evitar cada momento de desilusión,

pero ya es tarde, uno más a la lista;

este sentimiento ya me atrapó,

ahora ya no estas lejos pero si ausente.

Ese ángel que fugazmente quise,

ahora otro rumbo tiene,

y qué afortunado eres.

La arena estaba de bote en bote

Juan Gregorio Maldonado Ochoa

Y es así. La arena estaba (verbo pasado) de bote en bote, como dice la canción, la gente comenzaba a gritar, se sentía enardecida sin cesar. La lucha libre mexicana es parte importante de nuestra cultura y de nuestro folklore; tradición que se ha venido opacando por la aparición de la lucha libre, extremadamente comercial y envolvente, de los Estados Unidos de Norteamérica. Dicha industria, supo cómo llegar a la sociedad mexicana, transmitiéndose por televisión abierta y así impactando en el elemento más mediático: los niños.

Atrás quedaron los tiempos en los que, como me platica mi padre, en donde la gente llenaban las salas de la matiné sólo para ver al máximo exponente e ídolo de la lucha libre: Santo “El enmascarado de plata”; ya sea peleando contra vampiros, momias, zombis, etc.

Desde que el señor Salvador Lutteroth González trajo la lucha libre a nuestro país, se ha convertido en una parte fundamental de nuestra sociedad, pues es ahí donde podemos observar grandes rasgos de nuestra cultura como lo son las máscaras, los atuendos y personajes como La Parka, que representa el culto que tenemos hacia la muerte, no a la Santa Muerte, sino específicamente al día de muertos y a la forma en que le festejamos y nos burlamos de ella. Otros personajes representativos son Canek, el príncipe maya; El Rayo de Jalisco, El Perro Aguayo, quien utiliza La marcha de Zacatecas para presentarse; o bien El místico, que hace referencia al catolicismo en México.

Todas esas bellas cosas que nos ofrece la lucha libre, incluido también, los espectaculares lances, grandes acrobacias, colorido, sabor, interacción con el público, gran folklore y mucha diversión.

Recordamos con mucho cariño, además de Santo, a los luchadores de antaño, quienes también fueron ídolos como Blue Demon, Mil Máscaras, Dr. Wagner, Los Villanos, Los Brazos, El ya mencionado Rayo de Jalisco y el mismo Huracán Ramírez; sin olvidar al gran Cavernario Galindo y su inolvidable anécdota, donde muerde una serpiente viva en el ring para después aventársela al público.

Per hoy es muy triste ver que esos grandes personajes se ven notoriamente opacados por las ridiculeces y poco ingenio de los gringos.

¿Por qué se generó esto? Obviamente a los niños les encanta ver la televisión y fueron presa fácil del show y el espectáculo de hombres fornidos que sólo se dan golpes sin sentido, que pierden el tiempo discutiendo de los supuestos problemas fuera del cuadrilátero, hablando más por el micrófono que luchando, y cuando comienzan a luchar utilizan demasiada pantomima, circo, maroma y teatro realizando movimientos estrafalarios con las manos y pies, como si esto les fuera a dar más fuerza.

Así fueron inundando a los chiquillos, con playeras, muñecos, cinturones, videos, comerciales y hasta los famosos “tasos” de una importante empresa de frituras. Eso sí que lo imitan los pequeños, toda esa payasada y su vestimenta, dejando de la lado la hermosa tradición que, por cierto, Televisa ha venido salvando un poco, con la transmisión de las luchas mexicanas el fin de semana, obviamente, sin la misma publicidad que la lucha estadounidense, además de que no se transmite en horarios estelares.

Les aseguro que si le preguntan a un niño, el nombre de diez luchadores mexicanos, quizá llegue a mencionar hasta dos, pero si se le cuestiona sobre personajes de la mentada WWE, no se cansarán de mencionarlos con todas sus características.

Arturo Rivera, comentarista de Televisa Deportes y narrador de la empresa mexicana de lucha libre Triple AAA y en ocasiones también del Consejo Mundial de Lucha Libre, expresó: “Es penoso que nuestros pequeños se inclinen por ver la lucha libre extranjera, su inocencia no se da cuenta que la lucha mexicana es espectacular, es especial, tiene mucha vitalidad; debemos tener más compromiso nosotros como narradores, para que no se pierda esta hermosa tradición”. Los luchadores mexicanos suben a pelear y las luchas estadounidenses, se suben, hablan, se rasguñan y se termina.

El pasado cinco de octubre, en el programa de televisión “Tribunal TD”, se expuso el por qué no pudo mantener la lucha libre mexicana sus supremacía desde la llegada de la WWE. Hubo una especie de debate sobre si la lucha libre mexicana es culpable o inocente (este programa se puede ver por el famoso portal de internet Youtube.com), donde se expuso que: “La lucha libre mexicana tiene una capacidad nula de reinventarse, es cierto, es más estética, diversa y ágil que la gringa”. Pero ¿Por qué no se le ha podido sacar provecho a la denominada “mejor lucha libre del mundo”?

La lucha libre de EE. UU., tiene buena escenografía, pirotecnia y guapas mujeres, pero sus luchadores dejan mucho que desear, según se comentó desde el punto de vista de los expertos; la WWE es la culpable de que la lucha libre mexicana no tenga la importancia que tuvo antaño.

La lucha libre mexicana no cedió el espacio, sino que estamos hablando de una competencia e televisión, y el nuevo producto que ofrecieron resultó mejor.

Para finalizar, puedo añadir que en cuanto a mercadotecnia y publicidad, las empresas mexicanas le dan más apoyo a las luchas de EE. UU., no se puede comparar la producción de un país tercermundista con uno de primer mundo, y más si le dan más promoción a esta última. Ojalá que nunca se pierda la tradición mexicana de la lucha libre y sus pintorescos personajes. ¡Arriba los rudos, los rudos, los rudos! Y para la lucha libre gringa, como dice Arturo Rivera: ¡Guácala de pollo!