miércoles, 2 de febrero de 2011

Versión imprimible, Calmecac número 30, mes de Febrero de 2011

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Instrucciones de Impresión y armado
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Revista imprimible Calmecac número 30, mes de Febrero de 2011
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Contribuyentes editoriales: Joel Eduardo Rico Vallejo, Alejandro Gracía Miranda, Juan Manuel Fernández García Dirección General: Joel Eduardo Rico Vallejo Edición: Juan Manuel Fernández García Ilustraciones: Fernando García G. Escritores: Jesús Brilanti (Irapuato, Gto.) Adi (Irapuato, Gto.) Esther Razo (Salamanca, Gto.) Juan Manuel Fernández García (Romita, Gto.), Alejandro S a n (Salamanca, Gto.), Ivonne B. Mancera (Irapuato, Gto.).

Editorial

Febrero, siempre febrero, que nunca llega primero pero siempre llega contento; y qué mas contento que de niños un cuento, pues les cuento que a penas comienza este cuento. Si, febrero le trae a Calmecac tiempos mejores, yo se los aseguro; y qué más seguro que la hermandad con El Muro. Escritoras de sueños nos complacen ahora, y es que me comían las ansías y no veía la hora, hora de fusión y apoyo mutuo, compartiendo pensamientos jamás estaremos de luto.

Bienvenidas sean estas publicaciones, ahora siempre pa’ delante estas dos publicaciones, les compartirán a más público, sus emociones.

www.elmurorevaindie.blogspot.com

www.revistacalmecac.blogspot.com

Tiempo Juntos

Por: Alejandro S a n


Todo mi amor es solo para ti

esa ha sido la historia,

de mi vida junto a ti.

Tu le das el toque de calidez

a mi mundo oscuro y gris

alegrando mi alma y haciéndome feliz.

Cuando estoy a tu lado

el tiempo transcurre rápido

los minutos se van volando.

Cada momento que pasamos juntos

los guardo en mi pensamiento

formando con ellos bellos recuerdos.

Cada vez que te veo sonreír

creas dentro de mí

miles de razones por que vivir...

En el nombre de Dios

Por: Juan Manuel Fernández García


Todos soñamos con un México libre de ignorancia, de la explotación de los poderosos por los que menos tiene, con la igualdad de todos los mexicanos, no importando ni tantito su color de piel, origen étnico ni código postal. Se vale soñar. El problema no lo veo tanto en la ignorancia como en las ganas de no aprender. Las personas tienen miedo de saber, cuando a mi me llena de pavor lo contrario porque si algo me ha enseñado la vida es que la ignorancia es el peor enemigo de uno mismo, ya que nos llena de miedo y si al miedo le aunamos una religión irracional como la católica o la cristiana (religiones más practicadas en México), nos encontramos en un fango espeso, oscuro y pesado que, aunado a otros pesos con los que carga la sociedad, nos hace un poco imposible caminar hacia el país que queremos y podemos ser.

La caminata a San Juan de los Lagos, Jalisco, para festejar la fiesta religiosa de La Candelaria el 2 de Febrero, en lo personal, es una de las bestialidades más grandes cometidas en nombre de la “fe” en este país, instaurada hace más de 200 años por un sacerdote al cual se le ocurrió que para limpiar los pecados cometidos en la Feria de León, tenían que limpiar sus almas caminando desde León hasta San Juan a visitar a la Virgen de la Candelaria (una mona de 30 cm. de alto).

Acabo de cometer una de esas estupideces felices que por lo menos sirven para abrir un poco los ojos sobre las tradiciones mexicanas que tanto enriquecen el acervo cultural de nuestro país pero que algunas de ellas son tan retrógradas e irracionales que atentan contra la naturaleza humana y la integridad personal. Caminé durante 22 horas por terrenos irregulares, a temperaturas que fueron desde los 3º hasta los 30ºC, al margen de una autopista con el peligro constante de morir atropellado, con el viento en contra, ampollado, rosado, y resulté con insolación y quemaduras de segundo grado en mis brazos.

Lo pasado no lo hice por otra razón más que la pura curiosidad de la experiencia, y vaya experiencia. Hasta hoy entiendo la frase de que “uno como quiera… las criaturas”, y es que llevar a niños de meses, en carriolas, en brazos, en cangureras, soportando en contra de su voluntad todo lo que arriba mencioné que yo soporté con tal de llegar al destino, no lo considero natural si se supone que el primer instinto paternal es el de proteger la vida y la salud de sus hijos y por cumplir con un fanatismo ciego auspiciado por la mafia sacerdotal que no cuidan más que las putas limosnas que les pueden llegar, en vez de procurar a sus seguidores, los alientan a volver el siguiente año.

Si remotamente Dios existiera (lo pongo con mayúsculas porque me guste o no es un nombre propio), se supone que sería bondadoso, misericordioso y mustio como nadie. Igual se dice de su esposa María, “llena de gracia” y la única gracia que le hallé a ésta representación de 30 cm. de alto es que le encanta ver a sus “hijos” destrozándose los pies por dizque mandas, exponiendo la vida de sus niños para pagar favores celestiales, encontré que es muy gastalona la mona esa, porque hasta los más humildes le entregaban unas limosnotas que ya quisiera yo para comer varias semanas sin problemas, y no le importa porque primero está ella, sus necesidades de vestido (uno sólo de color azul bordado en oro que no se lo cambian nunca), de vivienda, una catedral igual pintada en y adornada en oro, y de sus sirvientes, una bola de sacerdotes huevones, descarados, mafiosos que viven del miedo que infunden en los feligreses, sentados en sus tronos cantando cosas inteligibles con palabras que no comprenden la mayoría de los que las escuchan, que destrozados, todavía tienen las ganas de agradecerle a esa mona que no tuvo más gracia que estar ahí en el momento adecuado, en el lugar indicado para “hacer el milagro” de revivir a una niña acróbata que en el último acto cayó sobre unos cuchillos. Una de dos cosas, o fue casualidad, o fue sólo una mentira.

Como todas las leyendas, o se cree o no, lástima que se colgaran de ese echo para atraer turistas y sobre todo, dinero para sostener la vida lujosa y excéntrica del clero, a expensas del bienestar de sus ovejas.

Por más que quise hacerles ver su error, tratando de entender el mío por hacer el recorrido, sólo recibí miradas atónitas de mis palabras blasfemas y pensamiento corrompido por el demonio. “Todo lo que te enseñan en la escuela es malo”, me dijo una tía. “Todo lo que le enseñan a ella en la iglesia es mentira, como por ejemplo, el que le digan que en la escuela enseñan cosas malas, ¿dígame si es malo que un médico aprenda a curar en la escuela de medicina, que un licenciado sepa de leyes y proteja a los menores violados por sacerdotes, o que un comunicólogo comunique lo que considere pertinente para hacer crecer a su país, o que un maestro, en una escuela enseñe a leer y a escribir a los niños o a los adultos que así lo quieran?” le contesté; no me respondió nada.

Las buenas acciones, se dan por conciencia humana, no por mandato divino. El miedo a lo desconocido, la ignorancia pues, hace que las personas cometan estupideces. Así como los sacrificios de doncella y guerreros para el Dios del Sol, igual ahora vemos sacrificios propios para una imagen inanimada a la cual le atribuyen poderes inexistentes.

Con éste tipo de tradiciones no se hace más que degradar la condición humana y se sigue humillando al mexicano creyente para controlarlo más eficazmente.

Desde aquí, y porque viví para contarla, les pido que eviten a toda costa que las personas se expongan a peligros innecesarios por puro fanatismo absurdo. En La Biblia dice: “La verdad os hará libres”, Rius dice: “La verdad os hará libres… y ateos”, yo digo, ¡busquemos la verdad!


Post Data: América: No me robé tu idea ni tu protesta, sólo hice fenomenología.

Destino

Por: Esther Razo


No es nada nuevo para ti escuchar esto, el destino lo vives a diario. Puede ser producto de tu pasado o sólo cosas que van pasando, no lo sé, pero el destino a mi ya me está matando, me está matando lentamente con algo que llaman Amor.

¿Será karma o alguna mala decisión? la verdad ya no lo entiendo.

¡Lo único que quiero saber es por qué nos encontramos, por qué nos hablamos, por qué nos enamoramos! Sí, tú y yo, mi amor, tenemos todo en contra.

A veces simplemente deseo que desaparezcan todos los obstáculos y así por fin poderte tener entre mis brazos, ¿Pero qué caso tiene obtener todo tan fácilmente?

Parece contradicción, pero sabes que yo quiero luchar por tu amor.

Desde la noche en que tú me encontraste no dejo de pensar en ti, y ahora eres lo más especial que aún no puedo hacer realidad.

Hemos intentado acortar la distancia, estar un momento juntos, pero haberlo intentado no bastó porque nada se logró.

Y hoy, en una noche fría, lloro inconsolable a la luz de la luna, bajo las estrellas que mi rostro iluminan, y solo busco una explicación. Estás ahí pero no puedo verte, mis manos aun no te acarician y mis labios aún no te besan. Si el destino quiso que nos encontráramos, ¿por qué no deja que y yo, juntos, tengamos nuestra felicidad?

Solo quiero ver tus ojos azules que iluminarán mi cielo, tu sonrisa hermosa que estoy segura me derretiría, quiero estar entre tus brazos y de ahí no separarme nunca.

Cosas inexplicables suceden aquí, si no te he visto, cómo es que estoy tan enamorada. ¿Y si el destino se equivocó y solo está jugando con mi corazón?

Ya no puedo más con esta tristeza, con esta incertidumbre, sabes que te quiero pero también te quiero conmigo, sé que a tu lado, amor mío, todo es posible.

Juguemos con el destino, apostemos a nuestra felicidad, movamos el mundo, hay que darnos una oportunidad.

No podemos seguir esperando que el tiempo arregle las cosas, hagamos de este amor lo mejor que nos pueda pasar, si de verdad sentimos algo real.

Si el destino nos ha traicionado, demostremos que nuestro amor jamás será destrozado.

Solo dime: ¡Te necesito!

Y te juro que a tu lado me quedaré cada segundo.

Vamos a amarnos en París.

Los Ladrillos Del Muro

Hombres…

Por: Adi


Te gusta que me arrastre,

que me postre a tus pies rendida,

sentirte adulado por mis labios,

protegido por mis suaves brazos…

Así, si; así eres tú,

libre de codicias,

seguro y directo.

Me tienes en tus manos…

Nadie puede contenerte;

la fortuna te acompaña,

todas buscan poseerte

pero tú…

tú sólo eres mío por siempre…




Soneto

Por: Daniel Cadena B


Dejo caer la cabeza sobre el hombro

y sonrío al viento que te trae húmeda

por la lluvia que cae

y los ojos se agrandan de asombro.

El sol quema tus cabellos,

ensombrece y lastima los sentidos

endulzando el color de los destellos,

apagando la luz de los poseídos.

Despierta dulce flor callada,

agita el sopor del eco,

enfrenta al viento con la espada

Que sí voy a tu lado, peco;

al encontrarte acostada en el lecho

siento el último movimiento de tu pecho.

"Tic-Tac"

Por: Ivonne B. Mancera

Mi padre siempre ha puesto el reloj diez minutos adelante… estoy acostumbrada a que el tiempo marche hacia atrás.

El tiempo avanza lento mientras te espero para pelear, no sé que voy a usar. Si mis ojos lloran, no tengo idea de como los voy a parar.

El tiempo me asusta… como ese juego de “ruleta” con tu revolver nuevo. Mi corazón está agitado, y se siente pasar bien lento, como si lo trajera arrastrando.

Mi padre siempre ha puesto el reloj diez minutos adelante… estoy acostumbrada a que el tiempo marche hacía atrás.

Prometo que no te lastimaré, júrame que no me dejarás.

Las holladuras de los anónimos

Por: Jesús Brilanti

Tendremos que navegar a la deriva para despertar al día siguiente y mirar, que el cauce del río ha inundado la aleación entre mi karma y la sensibilidad.

Tendremos que volar por entre los rayos del sol para dormir a la noche siguiente, y soñar que las raíces de mi pasado han menguado el desdoblamiento de las almas y los orgasmos.

Caminando llegaremos a recoger las holladuras de los anónimos, allá en aquel lugar donde el humo penetraba en los anaqueles de mi tórax; allá donde la brisa emborrachaba la razón y las risas ondulaban por debajo del líquido seminal.

Los laberintos de aquel paraje mostraban ansiedad y manifestaban con llanto su deseo de ser cuestionados por algún mortal, pero los seres humanos se habían hastiado de la muerte cual topaban por las callejuelas de los laberintos, ahora la muerte ha muerto y las entradas clausuradas, la memoria perdida, dilapidada allá en los collados del vapor y este perdido y encontrado en las lágrimas del ateo.

Lloremos entonces las ausencias, las ausencias de las divinidades, la omisión de los esplendorosos, la de los arcángeles y el no estar más aquí de esos labios vaginales.

Lloremos por las contracciones cerebrales que abofeteaban las veladoras en los altares, y que propagaban la esperanza de que el Juicio Final alimentara mortalmente nuestra incredibilidad.

Tendremos que encontrar las cadenas que dejaron los elfos escondidas entre la arena del camino, el sendero que podría perderse en el tenue andar de un viejo trozo de pared arcaica.

Tendremos que naufragar en las montañas de la vaciedad para percatarnos que del otro lado del sol se ocultan las penumbras verdaderas.