miércoles, 2 de febrero de 2011

Destino

Por: Esther Razo


No es nada nuevo para ti escuchar esto, el destino lo vives a diario. Puede ser producto de tu pasado o sólo cosas que van pasando, no lo sé, pero el destino a mi ya me está matando, me está matando lentamente con algo que llaman Amor.

¿Será karma o alguna mala decisión? la verdad ya no lo entiendo.

¡Lo único que quiero saber es por qué nos encontramos, por qué nos hablamos, por qué nos enamoramos! Sí, tú y yo, mi amor, tenemos todo en contra.

A veces simplemente deseo que desaparezcan todos los obstáculos y así por fin poderte tener entre mis brazos, ¿Pero qué caso tiene obtener todo tan fácilmente?

Parece contradicción, pero sabes que yo quiero luchar por tu amor.

Desde la noche en que tú me encontraste no dejo de pensar en ti, y ahora eres lo más especial que aún no puedo hacer realidad.

Hemos intentado acortar la distancia, estar un momento juntos, pero haberlo intentado no bastó porque nada se logró.

Y hoy, en una noche fría, lloro inconsolable a la luz de la luna, bajo las estrellas que mi rostro iluminan, y solo busco una explicación. Estás ahí pero no puedo verte, mis manos aun no te acarician y mis labios aún no te besan. Si el destino quiso que nos encontráramos, ¿por qué no deja que y yo, juntos, tengamos nuestra felicidad?

Solo quiero ver tus ojos azules que iluminarán mi cielo, tu sonrisa hermosa que estoy segura me derretiría, quiero estar entre tus brazos y de ahí no separarme nunca.

Cosas inexplicables suceden aquí, si no te he visto, cómo es que estoy tan enamorada. ¿Y si el destino se equivocó y solo está jugando con mi corazón?

Ya no puedo más con esta tristeza, con esta incertidumbre, sabes que te quiero pero también te quiero conmigo, sé que a tu lado, amor mío, todo es posible.

Juguemos con el destino, apostemos a nuestra felicidad, movamos el mundo, hay que darnos una oportunidad.

No podemos seguir esperando que el tiempo arregle las cosas, hagamos de este amor lo mejor que nos pueda pasar, si de verdad sentimos algo real.

Si el destino nos ha traicionado, demostremos que nuestro amor jamás será destrozado.

Solo dime: ¡Te necesito!

Y te juro que a tu lado me quedaré cada segundo.

Vamos a amarnos en París.

1 comentario: