Diciembre es siempre como siempre diciembre, que cada quien coseche lo que en este año siembre. Ya todos piensan en navidad y a nadie le importa de Einstein su teoría general de la relatividad. Tú si piensas en regalos y fortuna, pero hay quienes no tienen esperanza alguna y como yo, pensando en aplicar la de Manuel Acuña. A mí qué me importa su roja navidad, ni saber nada del panzón aquél; yo me quedo muriendo con Carlos Gardel.
Qué buen año mi Calmecac, lástima que ya me voy, o será que ¿eres tú la que me dejas? Amigos lectores me despido, ahí les encargo que traten bien a mis amigos. Para agradecerles a todos los que en este proyecto han intervenido, no tengo palabra alguna, esto ahora se convierte en una comuna, pero no se preocupen que yo seguiré siendo la columna. Y como dice mi hermano de la vida: Saludos, desde la clandestinidad de los edificios capitalinos. ¡Gracias! Y ¡Sigan mandando sus escritos!
¡Ánimo Ricky! Luz y vibras positivas, queremos verte andar pronto.
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