Por: América Alcantar Mora
Prólogo de Joel Eduardo Rico Vallejo
Hay cosas que se callan por vergüenza, por pena a que los demás piensen que estas mal, que no es correcto. Hay cosas que se ocultan por envidia, para que las personas no sepan más de lo que tú sabes y así hacerte sentir menos; o para no infundir pánico en otros individuos o simplemente para proteger el conocimiento o protegerse uno mismo. Incluso hay cosas que se ocultan para dominarnos, para sobajarnos, para mantenernos cegados.
Pero hay cosas que se disfrazan, que se esconden por ignorancia, que se posponen por falta de información, por creerse sabios y resultar ser indoctos.
El siguientes texto se escribió hace poco más de un año y quizá para algunos todos los Octubres parezcan iguales, pero aquella masacre y su memoria año con año toma más fuerza. Y si, lo admito, algún día va perder ese impulso y nos olvidaremos un poco de ese precedente olímpico, sin embargo, tú, que registe sin piedad y manchaste de carmesí la historia de un país, pospusiste la publicación de este texto, y dentro de nueve años harás un homenaje a los estudiantes fallecidos, celebrando así medio siglo luctuoso de la tarde en Tlatelolco. Y sonreirás falsamente quedando bien con la sociedad tratando de disimular tu ignorancia.
Mai 68 debut d’une lutte prolongee
Mayo 3 de 1968: Contingentes policiales parisinos encierran, en sus vehículos negros, a medio millar de estudiantes de la Sorbona, en cuyas pancartas se leía: “MAY 68 DEBUT D’UNE LUTTE PROLONGEE”. En la calle se desataba una auténtica batalla campal; la primera de muchas otras que habrían de venir en las semanas siguientes…
Francia, como siempre a la “vanguardia” de los movimientos políticos, económicos y sociales. Desde la toma de la Bastilla, Paris ha puesto el ejemplo a los rebeldes (con y sin causa), para movilizarse en pro de sus ideales, y sí, los estudiantes franceses dan la pauta al mundo para levantar la voz ante las injusticias gubernamentales que sentían padecer. Una de las grandes ironías es que se vivía un mundo polarizado y en ambos bloques, los jóvenes exigían cosas tan distintas como iguales:
Los “hijos de la Marsellesa” pugnaban por giros a la izquierda; la ideología de “prosperidad” ya no les convencía más, clamaban por el respeto a sus libertades y derechos ciudadanos, se hartaron del “imperialismo brutal”, luchaban contra la explotación implacable al tercer mundo, la intolerancia a los frentes sindicales y disidentes; por ello se aúnan, a los estudiantes, sindicatos campesinos y obreros. El movimiento se redimensiona de manera impresionante.
En Bonn, los estudiantes se manifestaron contra las Leyes de Excepción que otorgaba al Gobierno facultades extraordinarias. “DIE REVOLUTION STIRBT NICHT AN BLEIVERGIFTUNG!”.
En Berlín, la juventud se levanta contra el Gobierno por los elevados gastos del en armamento.
En Italia, los estudiantes protestan por la inestable situación política y luchan para que la “DEMOCRAZIA PROLETARIA” substituya al parlamentarismo burgués.
En Praga pugnan por el reestablecimiento de los derechos civiles y la liquidación de la tradición stalinista.
En E.U.A. los jóvenes proclamaban “PEACE & LOVE” y exigían a su Gobierno retirar las tropas de Vietnam.
La realidad es que en ambos polos había un descontento acumulado; durante largo tiempo los gobiernos se habían tornado represivos e intolerantes y los universitarios deciden actuar de un modo más o menos radical contra el orden sociopolítico existente. Los que vivían bajo las pautas “Burguesas” querían reformas profundamente marxistas y los que vivían bajo el régimen socialista ansiaban las “bondades” de la derecha; unos decían vivir el terror consumista y otros padecer el terror comunista.
¿Y en México? ¿Se era burgués o de izquierda? ¿Qué se perseguía? ¿Cuáles eran las causas últimas y primeras que agitaban a la juventud? ¿Cómo un movimiento nacido en el barrio latino de París, cruzó el atlántico, llegó a México y se iluminó con el faro cubano?...
¡¡¡DOS DE OCTUBRE NO SE OLVIDA!!! Se lee y relee acercada la fecha, y yo lo leía, en mis épocas de estudiante, en los principales pizarrones de avisos de la Ibero León. Particularmente recuerdo un año en que se convocaba a vestirnos de blanco, descalzarnos y permanecer en silencio toda la mañana, hasta las doce de medio día; hora en la que nos invitaban a reunirnos en el patio principal para conmemorar a los acaecidos aquél funesto día; esa tarde maestros de la emérita institución, darían ponencias, narrarían su amargo otoño de 1968 y se abrirían mesas de diálogo…
Pensé: 1.- El blanco no me encanta, 2.- ¿Caminar descalza? ¿Con mis pies que de todo se me ampollan y mis gripas constantes? y 3.- ¿permanecer en silencio? ¡No, no, no! Obvio todo esto era simbólico y tal, pero definitivo: No era mi manera de honrar a los universitarios del ‘68. Una de las que convocaron, me preguntó: (después de las 12: 00 ¡claro!) “¿y tu te jactas de ser izquierdista?” (se le quemaban las habas porque dieran las 12:00 y poder reprocharme) palabras más palabras menos le contesté: “las tendencias de izquierda no son para JACTARSE, son para dar pautas y dignificar ciertas estructuras sociales que están demasiado maltratadas, y dudo mucho que a las almas penantes de Tlatelolco, les dignifique el que yo me vista de blanco, me enferme de la garganta, me ampolle los pies y no pueda ni pedir un curita antes de las 12 del día!!!” sobra decir que esa compañera no me dirigió la palabra el resto de la carrera.
¿De verdad no se olvida? Se han reabierto expedientes y junto con ellos heridas, apuntado culpables con índice de fuego; pero no se resuelve nada de manera profunda -nuestros gobernantes están preocupadísimos por la forma y no el fondo- La realidad es que este movimiento se ha tergiversado tanto, y por desgracia hasta por sus propios líderes (salvo honrosísimas excepciones). El dos de octubre está más olvidado que nunca: los estudiantes se han convertido sólo en votantes mediáticos, sin verdadero poder de decisión; sólo son manejados sin filtros por la vorágine publicitaria o propagandística, se han vuelto el cliente perfecto de mercenarios de la educación, de escuelas que sólo les ven signo de pesos (con sus salvedades) y el día que quieren apelar contra los directivos, con la mano en la cintura les dicen “y si te gusta si no las puertas están muy abiertas”.
Los medios, ayer como hoy, al servicio de la mejor paga: ¿Por qué no nos dimos cuenta los irapuatenses de lo que ocurrió durante la campaña del actual Jefe del Ejecutivo Estatal, en las Universidades de la entidad?: Se le pedía al alumnado que apuntaran sus preguntas en unas papeletas y depositarlas en una“cajita”, de pronto ciertos alumnos se dan cuenta que esas no eran su preguntas y descubren “otra cajita” de donde se sacaban preguntas previamente elaboradas con contestaciones perfectamente estudiadas… En otra universidad, se cansan de esperar que leyeran sus preguntas y mejor deciden escribir en pancartas “Y TUS TRANZAS CON LOS TAXIS” y otras cuestiones más escabrosas, ¿qué paso con esos alumnos? fueron llamados a la dirección y amenazados con retenerles su documentos (estaban próximos a egresar) y a uno de ellos quitarle la beca. Lo peor es que de esto sólo se entera uno por fuentes que lo vivieron; pero no por los medios y cómo no si están más calladitos que nunca, las escuelas particulares son de los mejores clientes que tienen y presentar estas notas sería tanto como “patear al pesebre” así que no sólo en el ‘68 la prensa estaba comprada; la diferencia es que ahora tiene más postores. ¿Y la voz los estudiantes, dónde se escucha, dónde se lee? ¿Qué foros reales tienen? Voy más allá ¿Cuántos estudiantes se preocupan por exponer estas situaciones?
Hoy tampoco se viven mejores condiciones universitarias o académicas ¿cuál es la diferencia entonces? la diferencia es que los del ‘68 no tenían esa carga tan fuerte que es el “valemadrismo”. Ya sea por los enervantes que se meten o por la apatía e indolencia que viven, hoy no están dispuestos a levantar la voz y mucho menos si a los pocos que lo hacen, los amenazan con no graduarse o quitarles los apoyos económicos. ¡Dos de octubre no se olvida! (¿¡?!) Hasta da risa…
Cierto es que si pasó eso, en la Plaza de las Tres Culturas, fue porque era un estudiantado idealista, unido, fuerte, aguerrido, determinado (aunque muchos también, manejados por sus dirigentes vendidos) al que el gobierno temía y con suma razón: un cuñado, que vivió el ‘68 en carne viva, me contó que él y sus “camaradas” transportaban armamento del D. F. a las principales universidades de Morelos, Puebla y Veracruz; y hasta ahora cae en la cuenta y se pregunta “¿de dónde salió tanto armamento? ¿Quién lo ‘patrocinaba’?” Él y muchos otros estudiantes, eran utilizados, para esta u otras tareas igual de escabrosas. O sea que, desde otra óptica, la “paranoia gubernamental” tenía sus fundamentos, seguramente algún soplón dio a Gobernación santo y seña de lo peligroso que se venía tornando el movimiento. Sin embargo, lo maravilloso es el poder del estudiantado, el temor que provocaron en el Gobierno, gracias a que se unieron y levantaron sus voces.
A cuarenta años, ni los Gobernantes, ni los Directivos Universitarios (de las instituciones que “venden” servicios de educación a ese nivel) les temen a sus alumnos; sólo los ven como clientes. El estudiante ya no da miedo, sólo representa ganancias económicas. En las escuelas públicas, el panorama no es tan distinto, “Si te gusta bien, si no hay miles de estudiantes pugnando por entrar a esta benemérita institución: ¿Te quejas? TE VAS”…
Si bien es cierto que ciertos líderes sobrevivientes del movimiento ganaron puestos políticos y hasta ahora mantienen el hueso (incluso sus familiares) y que el pliego petitorio que les aprobaron fue una victoria pírrica (“egresados de la UNAM por favor abstenerse presentar solicitud” se leía hasta hace muy poco, en los avisos clasificados cuando solicitaban gente para tal o cual puesto) o que muchos sólo eran borregos -jamás leyeron el manifiesto comunista o los legados del Che y les bastaba con colgar un afiche en su recámara- o que a varios de los líderes se les veía entrar y salir clandestinamente de “Bucareli”; también es cierto que la organización tomó fuerza porque había un caldo de cultivo propicio, porque había un estudiantado que no temía expresarse y luchar por lo que ellos creían justo…MAI 68 DEBUT D’UNE LUTTE PROLONGEE pronosticaban los franceses aquella primavera y nada más cierto, en México esa lucha claro que ha sido prolongada, han pasado ya 4 décadas y los estudiantes no ven mejorías en las condiciones sociales, el tercer mundo sigue sobre explotado, los derechos humanos sólo defienden a los delincuentes, los políticos siguen sin escuchar sus voces (sólo hacen la faramalla de oírles, durante abominables y costosísimas campañas), la realidad es que las Universidades públicas sólo se alimentan del número de estudiantes para agrandar estadísticas, entre más cifras pueden pedir más recursos a la Federación o al Estado y las Universidades privadas sólo parecen quererlos para multiplicar su capital. Ni a unas ni a otras parece importarles realmente el espíritu mismo de la educación, a los maestros hacen que les pagan, entonces muchos de ellos hacen que trabajan y los alumnos hacen como que aprenden.
Vaya que ha sido una lucha prolongada. Lo patético es que el 2 de octubre SI se olvida y seguirá olvidándose mientras el estudiante siga concentrado en bajar sus investigaciones de la internet (viviendo un mundo pletórico de información, pero sin sed de conocimiento) o ponerse los audífonos de su ipod , o administrarle cualquier porquería al cuerpo que le disfrace su realidad. Mientras tengamos un estudiantado enervado, alienado, resignado, indolente, cobarde y agachado seguiremos diciendo que el 2 de octubre si se olvida; y sólo parecen recordarlo los padres que perdieron hijos en la Plaza de las tres culturas o ex universitarios que perdieron compañeros y amigos. El espíritu del ‘68: La primavera de Praga, Las barricadas en París, las voces de los jóvenes de Bonn, Berlín, Munich, Londres, Buenos Aires, Milán, Roma, Washington, México D.F., parecen ya no tener eco. En México los gobiernos siguen igual, sólo cambian los actores, la obra de teatro es la misma. De una mala centro-derecha oscilamos a una derecha peor y nuestra izquierda esta secuestrada por el “fabuloso” PRD; el problema es que al estudiante mexicano parece ya no le importarle.
Lo que si es de aplaudirse es que en el ’68 México evolucionó mucho en la equidad de género: en Tlatelolco los militares mataron tanto a hombres como a mujeres; no hubo distinciones sexistas y en “Los Juegos Olímpicos de LA PAZ” Enriqueta Basilio encendió el pebetero olímpico; la primer mujer en la historia en tener este honor. Definitivamente México mostró al mundo que aquí sí había igualdad…
Que bueno que aquél 2 de octubre no me vestí de blanco, no me descalcé y no me quedé callada…
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