Yo me quedo con Goliat
Luis Fernando Martínez Padrón
A quién debemos la magnanimidad de las formas oscuras que profanan nuestra voluntad, enraizada de esperanzas vagas y sepulcrales mitos de austeridad.
Grandes mentes abiertas en las cuales se acostumbra el claroscuro de la ración incipiente que valora y pugna la idea liberal de los sionistas, que buscan la consolidación de ideas putrefactas y formulan la mentira capitalista del Tío Sam.
Enaltecido sea el que defiende la tierra esperanzadora de la raza capitalizadora que profiere la muerte lenta de un pueblo que solo tiene piedras como defensa y una ideología suprema en la cual repunta su muerte violenta en aras de verdadera libertad.
La discusión del antisemitismo nos discurre al grado de enajenación que provoca la querida “caridad” de las almas de los mortales a nivel mundial, pero hay que abrir bien grandes los ojos para que te des cuenta que el sionismo es la única causa de odio y depravación en la franja de Gaza.
Un pueblo errante que ni su mismo Dios le dio tierras y querer después de la triste derrota Nazista, adueñarse y señorear tierras escondidas del mar mediterráneo, es una divergencia contra natura que obliga a los sabios no embrutecidos a pedir y reclamar una solución desalmada a favor de los musulmanes.
Los judíos no pretenden la igualdad humanitaria que formaliza una entidad pulcra y caudaliza las enseñanzas del respeto heterogéneo que vincula promesas de ayuda mutua con los contextos sociales que impartirían justicia.
Yo no me quito el sombrero por darle a entender al patrón que él es la ley, ni mucho menos uso un Kipá, para demostrar conocimientos de una salutación envenenada con dardos de hipocresía y pidiendo la ayuda celestial de nuestro vecino del norte, que juntos son los encargados de la seguridad nacional.
No temas decir la verdad, y te puedo ayudar a decirte que las victimas de la segunda guerra mundial, no pueden ni por mucho, compararse a la desesperación que sufren los musulmanes a manos de los oligarcas sionistas.
Los gobernantes dictadores democratizados aplauden las hazañas de odio racial de los judíos y han desterrado de nuestra vida el nacionalsocialismo imperándolo como un anticristo ideológico y racial. Entonces Rabí quien ahora se ha vuelto el verdugo o basta preguntarnos si ¿Estábamos mejor con Goliat?
Estas líneas son de un circuito ampliado y visto desde el otro lado del espejo o ¿Existirá algún problema con ser antisemita? O ¿Es acaso imperante que nuestras mentes sean iguales?, así que te lo repito debemos ocuparnos de que todos podamos vivir en paz, en nuestra tierra, sin ser abducidos por un libro que alguien encontró en el fango.
Y a ti Sión las piedras caerán una tras otra porque Yahve se esconde entre las rejas y al pueblo querido le dará la espalda y siempre gritaremos a las naciones Muerte al sionismo y ¡Viva Palestina Libre!
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