Laura Flores Ramos
Es cierto que todo se ha concentrado en este dos mil diez, en plena celebración del Bicentenario. Guanajuato es el centro e atención de miles de guanajuatenses, además de personas en todo el país e incluso teniendo gran alcance internacional.
Pero existe una problemática que parece imposible esté sucediendo en tiempos actuales, donde sitúan a Guanajuato como un estado que ha evolucionado en cuanto a educación y cultura. Este problema se llama “penalización del aborto”, que comprende la discriminación a la mujer por concebir a un ser vivo.
No se trata de discernir si estas mujeres acusadas de aborto son culpables o inocentes por tales actos, sino de buscar soluciones y encontrar las causas, para de esta manera evitar embarazos no deseados.
Estamos de acuerdo que para lograr un embarazo, tuvo que existir una relación sexual que es efectuada por un hombre y una mujer, por lo tanto, se ve notoriamente la discriminación a la mujer, ya que sólo se le señala a ella, cuando es un acto de dos.
No hablamos de que ella sea la víctima, sino reconocer una responsabilidad de ambas partes, y que asuman lo que les corresponde. ¿Por qué sólo una parte es la que tiene que pagar las consecuencias? Si se trata de lograr una equidad de géneros.
Y en este caso tan grave, se ha visto que Guanajuato está teniendo una notable pérdida de valores, y peor aún, cuando han satanizado dicha situación. Colocando a nuestro estado como totalmente conservador, denominado por muchos “La cuna del Yunque”, cuando debería ser “La cuna de la independencia”, exaltando valores como libertad, justicia e igualdad. No es posible que siendo un estado luchando por el sometimiento español, tenga que regresas a adoptar términos como la deshonra.
Quizás sean muchos los factores que giren en torno a esta problemática entre ellos, lo económico, social, educativo, etc. Pero no hay ningún pretexto para responsabilizarse de sus actos y estar conscientes de sus acciones, saber que si existe una causa, por consecuencia habrá un efecto.
A pesar de que el gobierno manipula la información respecto a la educación sexual, satanizándola, tratando de pintar un mundo color de rosa; existen medios de comunicación y medios alternativos que nos proporcionan una infinidad de métodos anticonceptivos.
Lo importante de todo esto es que si existen penas, se aplique a ambos progenitores. Que se logre la máxima equidad y cada quien asuma sus responsabilidades, actuando con un alto grado de conciencia, para cambiar la imagen del estado.
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