jueves, 18 de junio de 2009

Un conquistador invisible

Por: Héctor Hernández Alfaro

En estos tiempos donde la vida se acelera por motivos como la globalización, las personas no tenemos tiempo de valorar las cosas que se nos ponen en frente y que nos parecen cotidianas y aburridas. Preferimos estar frente a una computadora metidos en internet. Perdemos el verdadero valor de la vida, nos zambullimos en un mundo que nos cautiva por la facilidad para conseguir las cosas, llega un momento de dependencia tal que no podemos encontrar el punto donde comienza nuestro verdadero ser.
La tecnología nos envuelve con su magia creando un espejismo que nos hace pensar que no podríamos existir sin sumergirnos en esa realidad, nos roba lo más valioso que tenemos convirtiéndonos en seres dependientes. Este conquistador invisible nos ha dado soluciones para problemas que él mismo fue creando.
Las personas de culturas pasadas de este país nos dieron unas clases de cómo coexistir con nuestro entorno, cosa que paulatinamente se ha ido perdiendo por esa falta de capacidad para detenernos a vivir.
El mundo es la cosa más hermosa que podríamos observar pero no tomamos el tiempo para hacerlo, detenernos entre la nada por la noche fuera del bullicio que causan las grandes ciudades y tomarnos el tiempo de mirar el cielo y nuestro alrededor nos daría una mejor perspectiva de lo que somos y qué hacemos aquí.
“No existe peor daño para el hombre que el que él mismo se ocasiona”

No hay comentarios:

Publicar un comentario