Por: Yahvé Pérez Lara
Hoy como todos los días, doy un vistazo hacia mi ventana; la gente pasa, el tiempo avanza y yo aquí esperando una señal para dejar de soñar... y comenzar a trabajar.
Mi mirada está pérdida y mi mente pensativa, he extrañado todo el día el hecho de no sentir tristeza ni alegría.
Mis emociones vacías, soy como un cuerpo sin vida, como una alma penando, ¡sí!, ¡eso!, una alma perdida... alejada de este mundo me traslado hasta Sarcón, una estrella muy lejana; cerca, cerca de Plutón... imaginaria, inventada, no es más que una charlatanería; ¡para! Por sólo un segundo desconectarme del mundo. Mas lo único que siento y que ahora me acompaña, sólo es una palabra y no muy sofisticada.
La compañera de muchos, pero ahora conmigo está, ella es una fiel amiga... ella es la SOLEDAD.
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