miércoles, 16 de septiembre de 2009

Pequeña fábula paa niños... héroes

Por: Joel Eduardo Rico Vallejo

- ¡Vi… Vicente!.. ¿Estas despierto aún?... ¡Vicente!
- ¿Qué quieres? ¡Duérmete ya Francisco!
- Pero… ¿y si lo que dijo el capitán fue cierto?
- Sólo nos quería asustar. ¿Cómo crees que nos van a mandar a nosotros ala guerra?
- ¡Si! –Dice Agustín, quien en silencio y somnoliento escuchaba a sus compañeros– Para eso están los cadetes más grandes, eso lo dijo el capitán para asustarte… y vaya que lo logró.

Reían todos cuando una voz más ronca interrumpe:

- ¡A cerrar esas bocas y esos ojos! ¡Dejen dormir!
- Perdón Juan…

***

- Vicente, buenos días… ¿te puedo preguntar algo?
- Si Francisco, dime
- ¿Sabes dónde dejé mis canicas? No las encuentro por lado alguno
- No, no he visto una sola canica desde el día que me las ganaste todas
- Están junto a mi fusil, las dejaste olvidadas en los baños, después de izar la bandera en el patio –Interviene otra voz, Fernando, un cadete muy serio y triste, obligado a estar ahí por los constantes viajes de su padre a España–
- Gracias Fernando

***
- Vicente, ¿crees que si nos llegaran a atacar, manden a Escutia a combate? Él es más grande que nosotros y está más preparado.
- No lo sé… pero ojalá que así sea, sería bueno que ya no se paseara por nuestro dormitorio. Te juro que si nos obliga a beber una gota más de alcohol lo mato… ¡Lo mato!
- ¿Serías capaz? –Pregunta Fernando, y antes de escuchar su respuesta dice sonriendo–
- Aunque no sería difícil, siempre anda borracho

Ríen los cinco cadetes que ocupan el dormitorio

***
- Vicente… ¡Vicente!
- ¿qué quieres? ¡Coño!
- ¿Escuchaste eso? ¡Parece que son cañones!
- ¡¿Qué?!
- Es verdad ¡Cañones! ¡Nos atacan! –Grita asustado Juan–

En eso se escucha el llanto de un niño, era Fernando

- ¿Por qué? ¿Por qué hoy? ¿Vamos a morir? A penas mañana mi padre llega de España

De repente abren la puerta violentamente, era Escutia, el cadete más grande, asustado y borracho como siempre

- ¡Prepárense! ¡Nos atacan! ¡Todos alístense para defender el castillo!

***
- ¿Cuántos perecieron?
- Cientos de muertos señor… niños
- ¿De qué edad?
- Trece el menor… de los estudiantes
- Quiero algunos nombres, mezcla los apellidos, invéntalos, no sé… esta derrota es inaceptable… ¡Los quiero ya!
- Si señor

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