José Manuel Ramírez Gómez
Luna lleva su nombre
y cada tarde la espero
esos ojos que me atrapan
suspiro cuando recuerdo su sonrisa.
Inmenso el recuerdo que se mezcla
con los enigmas que atrapan su persona
cada tarde que la veo alejarse con la noche
y regresar cuando ya comienza a obscurecer.
Zanja inevitable la que existe entre tu y yo
al cerrar tus hermosos ojos
y darte cuenta que no puedo existir para ti
mas que en mis sueños.
El infinito que existe en tu mirada atrapante
que oculta el Sol y la Noche
solo en una simple mirada
que me hace suspirar.
Todo ocurre por una cosa
y conocerte tal vez estaba escrito
como las estrellas fijas en el firmamento
tu presencia aquí en mi alma.
Hoy no puedo pedir mas que reír unas cuantas horas contigo
mientras oculto en la obscuridad el sentimiento
entre miradas que se cruzan
y corazones que se encuentran.
martes, 1 de junio de 2010
L de Luna
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