martes, 1 de junio de 2010

Sirena tatuada

Yanine Quiroz

¡Oh!, nadie sabe nada;

no querer saber nada,

como tú y yo, como ambas,

sin miedo a no tener palabras,

ideas saladas.

¡Ah! Qué bien se siente no sentir nada

o alborotar cabellos en un sol como de playa,

aquí, tragando mi tiempo, sentada, anaranjada,

-azul cielo, ¿por qué es cierto? Cuando tu viento sola me congelo,

cuando tu luz me pierdo, te muerdo, no te creo, estoy enamorada-

Es mejor: sirena de letras tatuada y descalabrada,

a un montón de vientres fecundos, sin casa.

La salsa eyaculada amenazaba sin tregua y trampa,

¿es que nunca te has sentido presa del esperma y su mirada?

¡Ya! Dame paz o una hoguera y quémame, tuérceme,

dame un masaje de arcilla en la espalda galaxia,

no te quejes, corrige a la luna y duérmeme,

olvida decir “lactancia”, “arrogancia”.

Yo hoy no quiero saber nada,

beber nada, oír nada quiero;

déjenme descansar, volver mañana.

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