Yanine Quiroz
¡Oh!, nadie sabe nada;
no querer saber nada,
como tú y yo, como ambas,
sin miedo a no tener palabras,
ideas saladas.
¡Ah! Qué bien se siente no sentir nada
o alborotar cabellos en un sol como de playa,
aquí, tragando mi tiempo, sentada, anaranjada,
-azul cielo, ¿por qué es cierto? Cuando tu viento sola me congelo,
cuando tu luz me pierdo, te muerdo, no te creo, estoy enamorada-
Es mejor: sirena de letras tatuada y descalabrada,
a un montón de vientres fecundos, sin casa.
La salsa eyaculada amenazaba sin tregua y trampa,
¿es que nunca te has sentido presa del esperma y su mirada?
¡Ya! Dame paz o una hoguera y quémame, tuérceme,
dame un masaje de arcilla en la espalda galaxia,
no te quejes, corrige a la luna y duérmeme,
olvida decir “lactancia”, “arrogancia”.
Yo hoy no quiero saber nada,
beber nada, oír nada quiero;
déjenme descansar, volver mañana.
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