miércoles, 17 de febrero de 2010

Confesiones satíricas de palabrs inexistentes (Por ninguna razón esto debe de existir y publicarse por ahí)

Por: J. Alfredo C. Morales

Estas palabras no existen para ti y mucho menos para mí, estas palabras se confunden en las dimensiones de la comprensión y desaparecen ante tus ojos. Si realmente te pones a descifrar, te darás cuenta que no hablo en la escala de versos que manejan la realidad, pero si cierras los ojos tal vez puedas imaginar, que no me interesa caerle bien a los gatos, ni ser un as armónico en los anales literarios, sincera expresión y divagues bonitos, pues estas palabritas son dignas de creerse como cuentitos.
Tantas veces he oído hablar de Marx, de conjunciones metódicas del amor y de la paz, me he taladrado los oídos de viejas posturas políticas que me cansan ya, exijo una revolución como los demás… no me hables de bombas, de estrategias y reformas que aun no te has atrevido a forjar… dime tu ¿cuál es la finalidad de sabotear y atacar?
Confieso ahora que el miedo puede apoderarse de mi piel, solo divagues de mi boca pueden ser, como notas sinfónicas de una melodía desafinada, no defino ideología catalogada en mi cuerpo morfológico de metáforas idealizadas… identifícame pues en tu critica mal pagada… pues como loco soñador evoluciono, exterminando pensamientos infructuosos sin razones, ni funciones...
¿Qué significado podría tener cada cosa que escribo?… si cada delirio de escritor nunca culmina –no me culpes nunca lo he sido–, la desaceleración de partículas independientes se trastornan bipolarmente, y cuando pienso ser rojo, descubro el magenta de mis ojos… Las orillas azules del invierno sollozadas en soledad, al contacto con el amor corroboran un amarillo libertad – ¡o puede ser purpura, rosa, anaranjado, qué más da, lo disfruto por igual! –, algebraicamente formulado, el amor lo puedo explicar, dame un segundo simplemente para resolver esa calamidad.
Sé que esto no tiene sentido, no podría clasificar la ligereza de estas palabras que nunca han existido, no podría saber explicarte el delirio que me provoca la Luna, y mucho menos podría mostrarte con palabras la belleza que me inspiras imaginándote en una ráfaga lumínica que se presenta en una nebulosa.
Fantasmas accionados en mi mente por brutalidades inconscientes, pueden ser la razón de mi muerte, el no encontrarte en mis letritas que nunca he tenido valor de llamar poesía –ya que son puro capricho, sin lucro, a veces llenos de melancolía–
Sarcásticos movimientos se extienden en el tablero cuadrático, extrema consciencia abierta en burlas pestilentes, un ataque masivo podría colapsar en idiomas corrosivos que me podrían frenar… qué más da, ya les dije… soy necio y mis letritas caprichosas son lo único valioso que les podría expresar, no te preocupes por entender, recuerda que nunca existirán.
Dentro del afán de buscar y experimentar, hay palabritas sucias que te podrían decepcionar, entonces dime tú si sabes realmente la razón, si es que conoces mi extraña obsesión de jugar con tu mente y divagar con el Sol.
Dicen que la existencia se rige en el escoger el camino de Bien o el Mal, que el ambiente intelectual te define y te da un lugar, que para poder escribir aquí te tienen que juzgar… ¡blasfemias no les crean!, hasta te podrían caer mal, no te tomes tan enserio eso de idolatrar, si yo me burlo de las incoherencias y trastorno el amiente con maldiciones y reniegos, colaboro con las expresiones secretas y con chistes animo las fiestas…
Contacto galáctico en mis ojos, mis pensamientos reaccionan estando en órbita, mira que el astronauta que conoce el sabor de Venus está tocando tierra, mañana podría estar acariciando de forma minuciosa a Andrómeda… se inspira en calamidades, curiosidades, sentimientos y movimientos cuánticos… mira que él podría escribir para ti, pero hoy es egoísta, esta de graciosito, ¡maldito cuentista!.
Entonces olvida de una buena vez estas insípidas frases, no tiene sentido alguno que me dejen un espacio…

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